Crónica aciaga de un día cualquiera
La jornada no pintaba mal del todo; más bien al contrario. La noche había transcurrido tranquila, sin interrupciones de esos pequeños personajes que, también, viven en mi casa, y que -de cuando en vez- reclaman “agua”, “mocos” o simplemente un abrazo tras una mala pesadilla. Por si eso fuera poco,… Leer más »