¿Cuánto es poco?

Heme aquí otra vez, una vez superado el lapsus estival (“agostí”, Forges dixit) en el que me empleé a fondo -tanto como he sido capaz- al sublime arte del “dolce far niente”, entendiendo por “niente” todo aquello que no se leer -de todo menos tributario-, siestear, barbacoar, remar, pedalear, tertuliar… Leer más »