Llevo ya unos cuantos años en la profesión y se me antoja un misterio irresoluble, el que, la Agencia Tributaria mantenga un sistema tan complejo de plazos para el cumplimiento de las obligaciones tributarias. Si a la ingente cantidad de modelos y formularios (sólo de la Agencia Tributaria ya se llega a la centena) se impone un calendario caótico, añadiendo además diferencias tan relevantes como si las presentaciones son en papel, telemática o directamente en archivo informático, y todo ello debe sumarse a que debe cerrarse el ejercicio, no me negarán ustedes que enero es un mes estupendo para desear olvidar esta profesión.
Pues bien, hoy lanzo un reto a los señores pensantes de la Agencia Tributaria (si es que alguno lee … este blog, quería decir): ¿sería posible conseguir homogeneizar los plazos de presentación de todas las declaraciones formales (informativas, resumenes anuales, etc.) y las autoliquidaciones (retenciones, IVA, etc.) en un único día? ¿tan difícil es determinar el 30 ó el 31 para todas?
Seguramente esta medida no tendrá un gran impacto electoral (no pido que un Ministro me haga caso, ya sé que no nos leen…), pero seguramente gozará de la bendición de los que nos dedicamos a esta práctica profesional. Nuestros clientes y los profesionales ya tenemos asumido que el mes de enero estamos al servicio de la AEAT (contribución que no se refleja en el índice de presión fiscal, como he denunciado en múltiples ocasiones), ahora bien, como buenos servidores lo único que demandamos es que, por favor, no nos pongan palos en las ruedas…
Si ya digo yo, que un duendecillo travieso anda por la AEAT deshilachando lo que ayer con sudor hemos hilado…