Me resulta complicado plantear un tema con la sangre caliente, recién tomado el café y sin una reflexión previa pero !esto es un blog! así que no me queda más remedio que iniciar un debate sobre la noticia de Expansión de hoy, relativa a un estudio que postula la eliminación de la declaración conjunta por ser machista.
Desde mi punto de vista es otra arrogancia intervencionista, sin un objetivo que al menos sea razonable.
La declaración conjunta, desde aquella conocida resolución del Tribunal Constitucional, es voluntaria y, por consiguiente, eliminarla supondría desfavorecer a miles de familias en las que, bien por voluntad, bien por necesidad, solo trabaja uno de los cónyuges.
La crítica del estudio se centra en que «desgrava más un marido por una mujer sin ingresos que por un hijo» o que «desgrava más un marido por tener una mujer sin ingresos que una madre soltera».
Desde luego y dejando a un lado el patente hecho de que en la sociedad actual existen multitud de supuestos en los que no es el hombre, sino la mujer, la que aporta los ingresos en casa, las situaciones no son comparables.
En efecto, tener una mujer no es lo mismo que tener un hijo y, del mismo modo, ser madre soltera y con un hijo no supone la misma carga que la de una familia con un hijo.
Básicamente, en el primer caso estamos comparando los mínimos de subsistencia de un ser humano de poca edad y que se puede alimentar de productos básicos, que no paga por muchos servicios sociales, etc, con los de un adulto.
En el segundo caso la distinción es aún más perceptible: madre+hijo= dos personas; padre+madre+hijo= 3 personas.
Ya sé que para según quienes la regla matemática que acabo de plantear puede resultar tan complicada como la teoría de Platón pero, medidas como esta demuestran que la ignorancia es muy, pero que muy, atrevida.
En mi opinión, no puedo entender en que se basa el estudio para poder afirmar que es el carácter de machista lo que empuja a elimitar la tributación conjunta. Para mí, esto me podría sonar a más bien a una propuesta del Gobierno que, ocultando un fin recaudatorio, lo disfrazase con esa nota de pretendida igualdad entre sexos (como esa reforma de reducción de la velocidad máxima, para ahorrar en combustible, mientras los viajes del Gobierno, oficiales o no, se realizan con Falcon, que consume miles de litros de fuel).
Desde luego, las afirmaciones entrecomilladas no pueden, en mi opinión ser más desacertadas. En cuanto a la primera: «desgrava más un marido por una mujer sin ingresos que por un hijo», también desgrava más una mujer por un marido sin ingresos que por un hijo, con lo que el carácter machista no se da.
Y en cuanto a la segunda, «desgrava más un marido por tener una mujer sin ingresos que una madre soltera», creo que un padre soltero o viudo se encuentra en el mismo desfavorecimiento frente a la mujer que tiene un marido sin ingresos…
En mi opinión, nuestro sistema tributario no discrimina en absoluto por razón de sexos.
Saludos cordiales.
José A. Ferrer. http://www.iuranova.com
Muchas gracias por tus comentarios José Antonio. Por la alusión a mi artículo, comentas un aspecto interesante, como es la oculta voluntad real de la reforma, aspecto este nada descartable y que hace aún más criticable la misma pues añade otro déficit: el engaño a la opinión pública. Saludos.
Esaú