Cuentos tributarios del pasado para mis nietecillos del futuro. El cuento de la simulación y sus tribulaciones
El pasado 10 de marzo llegué a esa edad que puede definirse con propiedad y conocimiento de causa —los que no han llegado a ella carecen sin duda de lo segundo, y tampoco pueden presumir, por tanto, de aptitud para lo primero— como “la flor de la vida”. Es esa… Leer más »