A nadie le vendrá de nuevas la polémica generada por el auto dictado por un juez de la Audiencia Nacional admitiendo a trámite la denuncia, presentada por el Ministerio Fiscal en nombre de la Administración tributaria, por la posible comisión de un delito de defraudación tributaria por varios miembros de la familia Botín -los hermanos Jaime y Emilio y sus respectivos hijos-.
El origen del asunto son las famosas cuentas suizas sobre las que la AEAT obtuvo información de otros países -en este caso, Francia- y que sirvieron para una regularización importante por parte de contribuyentes que no habían declarado rentas y patrimonio obtenidas aquellas y existente este, en el extranjero.
Pues bien, el grueso económico de la regularización lo realizó la familia Botín -en torno a un 70% del total obtenido por Hacienda a partir de los requerimientos efectuados-, presentando declaraciones complementarias y escritos en los que justificaban ese defecto de tributación en que se trataban de rentas procedentes de trusts y fiducias derivadas de la herencia del abuelo Botín, fallecido en el año 93.
Los Botín justificaron exhaustivamente la regularización mediante documentación de diverso tipo, aunque como no puede sorprender, la complejidad de las estructuras financiero-fiscales creadas era enorme, lo que derivó en la apertura de expedientes de comprobación tributaria.
Ante la ingente y complicada información recibida y ante el temor a la prescripción del ejercicio 2005, Hacienda pasó el tanto de culpa al Ministerio Fiscal para que tomara la decisión de presentar la correspondiente denuncia.
No nos debe sorprender esta actuación de la Administración tributaria que, ante la duda sobre la existencia de defraudación y el temor a que el contribuyente ganara la prescripción, toma una decisión sin disponer de pruebas siquiera indiciarias de la existencia de delito.
Sí que sorprende, ello no obstante, que el juzgado nº 4 de la Audiencia Nacional haya admitido a trámite dicha denuncia, en el bien entendido de que las alegaciones efectuadas por la Inspección tributaria resultan a todas luces insuficientes para servir de base mínima a una denuncia penal.
En efecto, aunque ya he dicho que no me sorprende que Hacienda intente «sacarse las pulgas de encima» pasándole el «muerto» al juez de lo Penal, este no debería haber admitido como motivo principal para la admisión a trámite que no se había podido llegar a una conclusión clara en torno a la existencia de delito fiscal.
Más al contrario, resulta requisito imprescindible desde un riguroso punto de vista constitucional, que para que se incoe una actuación penal, exista una sustancia mínima delictiva. De lo contrario, estaríamos ante un Estado entre policial y autoritario.
Además, en el caso de los Botín, el asunto de vuelve aún más surrealista cuando el propio juez nombra a dos inspectores de la Administración tributaria para que desentrañen la compleja estructura financiera montada por el lobby familiar.
O sea, que lo que no pudieron resolver los actuarios de la Delegación de Grandes Contribuyentes con carácter previo a la denuncia, lo podrán hacer unos peritos que son también miembros de la misma institución: la Agencia Tributaria.
Desde mi punto de vista, la admisión a trámite es incomprensible y huele a pena de telediario y me evoca al latinajo atribuido a Cicerón: qui prodest?
Esaú, con tu post, le estás haciendo el trabajo sucio al calificado de forma infecta por El Confidencial como «mejor fiscalista de España» para ayudar al «pobrecito» Botín en su defensa. Lo que me lleva a pensar que dicho honorífico y gratuito título te correspondería más bien a tu persona que al presunto, el cual, él solito metió en el saco al banquero.
Emilio, está claro que me he perdido algo. No leo la página que me indicas y no sabía que el patrimonio Botín había caido en desgracia, pero lo que más me sorprende es que exista alguien, que no sea yo, que sea considerado el mejor fiscalista de España!!! jajaja. Bueno, ya me informarás… Esaú
Hola Esáu.
Ahí tienes la noticia que comenta tu compañero:
http://www.elconfidencial.com/en-exclusiva/2011/botin-cesar-ortega-fiscalista-garrigues-20110620-80319.html
Aunque para mi, tu sigues ostentando dicho título!
Un saludo.